sábado, 21 de febrero de 2009

Residencia Capone: Al Capone

La casa estaba envuelta en la locura en la que normalmense se metía cada vez que había alguna festividad cerca. Mae, para esas cosas, era muy quisquillosa. Mientras ella volvía loca a las sirvientas con sus órdenes y ponía la casa patas arriba con los preparativos, yo jugaba en la habitación con Sonny. Cada vez estaba más grande … Era de las pocas cosas que me unían ya a Mae …

Estábamos en la alfombra mullida de su cuarto, jugando con unos trenes de madera que rodaban por el suelo, y los hacíamos chocar el uno contra el otro. Cada vez estaba más grande, incluso me empezaba a balbucear palabras aún imcomprensibles, como si me estuviera hablando. Entonces se levantó, con brazos en alto y se dirigió a mí, cayendo encima mía. Nos empezamos a reír.

-¿Con qué atacándome, eh, pilluelo?-le cogí y le puse sobre mi regazo, mientras me intenaba alcanzar con sus manitas la nariz para agarrármela y tirar de ella- Ven, aquí, te vas a enterar …- le empecé a hacer cosquillas y el se reía, retorciéndose sobre mis piernas.

Mae entró y nos vió allí. La miré y sus ojos brillaban, esbozando una leve sonrisa nostálgica en sus labios. Se acercó y cogió delicadamente en brazos a Sonny. Le elevó al aire, haciéndole carantoñas y después le besó en la cabezita, estrechándole contra sí.

-Al, creo que tienes visitas … Hay una mujer y un hombre allí abajo, en la entrada.

Me levanté y me dirigí hacia ella. La tomé el rostro y la acaricié los pómulos. Sus ojos me volvieron a mirar con ese brillo extraño. Besé a Sonny en la mejilla y le di otro a ella en los labios. Bajé las escaleras, seguida de ella con Sonny en los brazos y éste dando palmitas.

Allí estaba ella, agarrada del brazo del hombre con que el que nos topamos aquel día, en el restaurante de Colosimo … Me sonreía con picardía, y se aferraba más aposta al brazo de aquel hombre alto y rubio. Me acerqué conteniéndome de liarme a ostias en mi propia casa. Le estreché la mano primero al hombre y después tomé de los hombros a Ada, clavándola las uñas.

-¿Qué coño haces aquí?-dije entre dientes, acercándome a su oreja. Después, la besé en las dos mejillas.

-Solo queríamos felicitarles el día de acción de gracias, no más … ¿Ella es tu esposa, Al?-dijo, con voz de sorprendida y contenta al mismo tiempo. Esta mujer me desconcertaba a veces. Se acercó a Mae y se puso de puntillas para darla dos besos- Es un gusto conocerla, señora Capone … Mi nombre es Ada Swarty …

-Un gusto el mío también … ¿De qué se conocen ústed y mi esposo?

-¡Oh!-gritó Ada con ternura, tocándole la punta de la nariz a Sonny- Qué cosa más linda … ¿Puedo?

-Claro … Tenga cuidado con su pelo, está en época de pegar tirones ahí …-dijo medio verdad, medio con sarcasmo Mae.

-Lo tengo muy corto … Además, ya me encargaré de que este bichito no me enganche tan fácilmente … ¿Verdad que sí, amor?-dijo Ada, sin prestarla demasiada atención, haciéndole caritas a Sonny, el cual reía divertido y ponía sus manitas sobre el rostro de Ada. Ada cojía la mano y hacía que se la comía, haciendo ruiditos al mismo tiempo.

-La conozco del club de Yale, Mae … Es una de las mejores artistas del local y Torrio quiere lanzarla al estrellato … Cree que tiene futuro en Hollywood, en el cine …

-¿De verás?-se volteó Ada, sorprendida esta vez de verdad- Bueno, eso habrá que verlo, de momento, prefiero quedarme aquí … ¡Oh! Les presento a mi pareja … El oficial de policía, Jim Malone.

Me quedé pálido del susto, tragué saliva y fue a coger del hombro a Mae.

-Es un placer tenerle en casa, Malone …-dije, impresionado y a la vez, y aunque odie admitirlo, asustado.

-¿Por qué no se quedan a cenar con nosotros? Tenemos comida de sobra, aunque la familia de Al es muy grande, creo que habrá sitio de sobra para todos en el comedor …

-Mae …-murmuré sonriendo entre dientes- A lo mejor ellos ya tienen sus planes hechos …

-Oh, para nada … No teníamos con quien celebrarlo … Los padres de Malone viven en Irlanda y mi familia está Kentucky, así que … Sería divertido poder celebrarlo con una familia tan numerosa …

-Siempre y cuando no molestemos …-dijo secamente Malone, con fuerte acento irlandés. Seguro que el muy cabrito aún se acordaría de mi cara.

-Para nada, la gente siempre es bienvenida en esta casa … Dejénme que les coja sus abrigos y vayan acomodándose en el salón, mientras esperamos las siguientes visitas …

Tras cogerles sus abrigos, Ada, con Sonny aún en los brazos, el cual parecía bastante agusto con ella, y el poli se metieron al salón. Mae abrió el armario del recibidor para meter los abrigos y entonces allí, la cogí del brazo.

-¡¿Tú estás loca o qué?! ¡¿No sabes que ese tipo es poli?!- no podía despegar mis dientes, los unos de los otros de la rabia que me invadía por dentro.

-¡Suéltame, Al! Tengamos la fiesta en paz … Además, fue tu amiguita la que se atrevió a venir a esta casa … La muy guarra, se cree esa que yo soy tonta …

-Mae, por favor, no aproveches estas ocasiones para dejar mal a la gente …

-Lo que me hace gracia es, siendo tu amante, se presente con un policía de la mano, diciendo que es su novio … Quizás, ella no sea la zorra de nadie, sino, tal vez, al revés …-cerró la puerta y me miró con una sonrisa de malicia- ¿No te resulta cómico la situación?

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