miércoles, 18 de febrero de 2009

The "Nookie Rooker" Building: Al Capone

Así que, allí yacíamos, tumbados sobre la cama, desnudos, apenas tapados por las sábanas, pasándonos el cigarro a cada rato … En aquella sucia habitación, como en los viejos tiempos, como cuando empezaba con mis correrías de joven …

-¿Qué anduviste haciendo por ahí arriba?-dijo Ada, mientras la acariaba la cabecita.

-Eso no es asunto tuyo … Mejor cuanto más alejada estés de mi rollos … No quiero meterte en más líos, princesa …-la besé en la frente.
Se quedó callada y pegó la calada al cigarrillo, dejando caer la ceniza al suelo. Me miró con ojillos brillantes y no pude evitar besarla.

-Al, a veces me das miedo … No solo por lo que eres capaz de hacer, sino también por lo que pueda ocurrirte …

-A mí nunca me pasará nada mientras no pierda la cabeza … Y para ello queda largo tiempo …

Volvió a posar su cabeza sobre mi pecho y me dediqué a observar como sus negros y cortos cabellos se distribuían encima de mi piel. Me puse la almohada detrás de la cabeza y me incorporé un poco en la cama. Ahora si que notaba el frío, así que alcancé la sábana y nos tapamos un poco.

-Tu cuerpo está aún caliente …-murmuró Ada, medio dormida sobre mi pecho. Di un largo suspiro.

-Sí, pero hace frío y no me gusta … Oye, Ada, necesito pedirte un favor …

-¿Cuál?- dijo levantándose y apoyándose sobre su brazos, motrándome sus pechos colgando ligeramente.

-¿Tú no tenías una amiga que trabajaba en el museo?

-Sí, claro, Evelyn McArthur … Es una arqueóloga especializada en la cultura egipcia … Y es hermosa también …-dijo arquenado las cejas con picardía.

-No, no …-dije riéndome al mismo tiempo- No creas que tengo ese tipo de intenciones con ella … Seguro que me daría una patada en los cojones antes que caer en mis redes …

-¿Entonces?-dijo seria.

-Es por negocios … Necesito hablar con el curador del museo … Asuntos de negocios, no más …

-¿Negocios en un museo?-soltó una escandalosa carcajada- Debes estar delirando mi amor …-me acarició el pelo.

-Si los negocios están hasta en el sexo… ¿Cómo no van a estarlo en el mundo del conocimiento? Hay que verle las multiples caras que tienen las cosas antes de juzgarlas con tanta facilidad … Querida, ya verás como en esta vida, todo es útil, hasta los más insignificante …

Cogí otro cigarrillo y me lo encendí, echándole todo el humo en la boca. Ella salió de entre el humo y me beso los labios, tomándose su tiempo y después, me miró fijamente con aquellos ojos oscuros.

-Díme, y ¿qué pinto yo en esto?

-Quiero que hables con ella y le pidas una cita con el curador … No le digas quién solo … Miéntela lo mejor que puedas …

-¿Acaso eres más peligroso de lo que pensaba?-dijo acercándose a mí y poniéndose encima mía, besándome en el cuello.

-Por supuesto …-me ablancé sobre ella y rodamos por la cama, golpeándonos sin importar el cómo, con cualquier cosa que se nos pusiera delante.

Despues de hacerla el amor con intensidad por tercera vez aquella noche, me levanté de la cama y me puse el traje de nuevo. Ella se despertó y medio aún dormida me preguntó desde la cama:

-¿Ya te vas? ¿Ya es tan tarde?

-No, cariño, no me voy … Voy a bajar abajo a hacer una conferencia … No querrás que baje desnudo, ¿no?

-Con ese cuerpo podrías causar envidias … Y levantar pasiones … Mejor ve tapdito-me guiñó un ojo que ya estaba de por sí entrecerrado. La besé en la nariz y salíabajo.

Le lancé unos billetes al chico que estaba de guardia en la recepción y tomé el teléfono. Le ofrecí un cigarro, el cuál me aceptó con timidez.

-Ve un rato afuera muchacho … Yo te vigilo esto mientras hago la llamada …

El chico se marchó y no opuso resistencia. Era ya hora de sacarme el as que tenía bajo la manga. Aquel muchacho irlandés me debía un favor y era el momento de empezar a llevarlo a cabo …

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