Al entrar al restaurante gran fue mi sorpresa cuando vi a Ada allí mismo acompañada de un hombre, como si no hubiera suficientes restaurantes en la ciudad sin tener que toparnos en uno concreto. Me sentía molesto por la presencia de ambos y Ada en aquel momento me inspiraba una especie de sensación de asco y vergüenza ajena.
Mae la miró impresionada y cuando nos hubimos sentados, se acercó a mí para susurrarme como cotorra.
-¿Esa no es la chica que estuvo en el hospital acompañándote la noche del indecente?
-Si lo sabes para qué me preguntas …
-Parece que se buscó otro hombre … No tiene mal gusto la tipa …
-Mae … Deja de meter el dedo en la yaga … Me prometiste una tregua esta noche …
-Está bien … qué poco sentido del humor tienes, querido …
-¿Qué te apetece? -dije ignorando completamente el tema.
Al rato nos sirvieron la comida y seguimos el compás que ellos, mientras sacaba un tema d conversación con Mae y furtivamente, le dirigía miradas a Ada y su acompañante, que no paraban de coquetear como bobos, ella riéndole las gracias y él haciéndose el gallito … Me ponían enfermo.
-¿Me estás escuchando, Al?-salió la voz de Mae de la nada.
-Si cariño, te estoy prestando atención … Continua …
-Parece como si estuvieses prestando mayor atención a otra cosa …-dijo ella molesta, llevándose el tenedor a la boca.
-Mae, no veas fantasmas donde no los hay …
Entonces Ada se levantó de la mesa, de seguras para ir al baño. Yo hice ademán de levantarme después, pero me paré en seco, esperando que pasara un corto periodo de tiempo para no levantar sospechas. Eche un trago a la copa de vino antes de ausentarme.
-Necesito ir un momento al baño, discúlpame, Mae querida.
-Pero date prisa, no tardaran en traer el postre …-dijo sin mirarme mientras se recolocaba la servilleta en el regazo.
Me encaminé al baño de hombres para entrar brevemente y hacer un poco de ruido antes de encaminarme de nuevo al de señoras. Ahí me encontré a Ada frente al espejo, retocándose el maquillaje. Al verme reflejado en el espejo iba a proferir algún tipo de llamada a su querido cuando yo fui más raudo y la llegué a tapar la boca rápidamente, dejando solo escapar un leve gemido.
La metí rápidamente en uno de los lavabos individuales y cerré la puerta con pestillo, mientras tenía contra la pared a Ada. Sus ojos estaban desorbitados y a la vez me miraban con odio, mientras por debajo de mi mano me intentaba morder de manera inútil.
-Enseguida me encuentras sustituto, ¿no?-le dije al oído- Pero ninguno me llegará a la suela de los zapatos …
La dejé la boca libre de manera brusca, mientras con el resto de mi cuerpo la aprisionaba contra la pared. Retomó el aliento, con todo su rostro configurado en una mueca grotesca.
Comenzó a golpearme el pecho intentando que la dejase en paz.
-¿Qué pasa? ¿Ese estúpido irlandés te comió la lengua?
-No pienso volver a dirigirte la palabra jamás, maldita escoria …
-Lo acabas de hacer, mi amor … No te puedes resistir más … Sabes que lo que hice fue por nosotros …
-¡Ja! Solo lo hiciste para satisfacer tu irracional sed de violencia … ¡Eres un sádico!
-No lo sabes bien …
Me lancé a morder su cuerpo mientras acariciaba las formas de su cuerpo, restregando mis partes por sus bajos, buscando la provocación. Pero la muy estúpida a pesar de temblarla las piernas a cada movimiento mío se resistía y continuaba dándome golpecitos en hombros, pecho y espalda.
Me separé ligeramente de ella y me limpié con la mano la saliva que me quedó en la boca, mirándola de arriba a bajo. Ella se recolocaba la faldita, estaba tan encantadora con aquel aire infantil en las ropas …
-Deja de babear pervertido … ¿Me has oído? ¡No quiero saber más de ti!-dijo casi escupiéndome en la cara.
-Ada, ¿estás bien?-dijo la voz de aquel capullo.
-Si, un momento ahora salgo -dijo ella , con un tono completamente distinto al que había empleado conmigo- Aléjate de mí …
-¿Es una amenaza?-dije llevándome las manos al pecho a manera de sorpresa y miedo de manera burlona.
-Tómatelo como quieras … Yo tengo a mi poli bueno de mi parte.
Abrió la puerta y me dejó allí dentro, mientras yo fantaseaba con la figura desnuda que se escondía detrás de esos ropajes. La seguí cuando se disponía a salir y estaba seguro de que el otro la andaba esperando fuera, para comprobar si estaba bien.
Entonces la agarré del cuello por detrás y la volví la cara hacia mí y la planté un beso en la boca bastante brusco delante de las narices de la atónita mirada de aquel tipejo. Ada se soltó y se chocó de espaldas contra el otro. Me pegó una buena bofetada en la mejilla rajada pero yo simplemente me toqué la zona, la sonreí y le guiñé un ojo al otro.
-¡Eh, tú! ¿Quién te has creído para hacerle tal cosa?-me dijo aquel cretino sinvergüenza.
-Ella era mía antes que tuya -le contesté sin darme la vuelta, aunque me quedé parado antes de salir de aquel pasillo que daba justo a la sala del restaurante.
-No, Jimmy por favor, déjale …-¡y encima iba a intentar darme!- No merece la pena que gastes energías en un despojo como él … Solo busca eso, no entres en su juego …
Alcé la mano a modo de saludo y proseguí mi marcha, donde Mae me esperaba con cara de circunstancias, preguntándose que demonios había estado haciendo …
domingo, 8 de febrero de 2009
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