domingo, 1 de marzo de 2009

Cotton Club: Ada Swarty

Al poco después de su revelación, Eve se nos alejó y nos quedamos un momento en la barra. Miramos a nuestras copas y después yo heché un vistazo hacia la mesa donde me esperaba mi galán, el cual alzó la copa modo de saludo en cuanto me detectó. Le saludé sonriente con la mano y me volví hacia Oly.

-¿Vamos?-le dije, dandola un toquecito en el brazo con el hombro.

-Ve tú, yo me quedo acá … No quiero que esos babos me soben …-dijo, poniendo muecas.

-¡Mira que eres descortés! Hay vida después de Ben …

-Ya sé, pero aparte, también tenemos que andar pendientes de Eve …¿recuerdas? Y ya que te veo dispuesta a seguir el coqueteo con ese hombre, me quedo aquí para hacer de centinela …

-Excusa …-tomé mi bolso riéndome y la di un besito en la mejilla.

-Pórtate bien …

-¡Ya sabes que no lo haré!

Me encaminé de nuevo contoneándome más que nunca a cada paso que daba, para hacerme así más irresistible a los ojos de aquel bruto enorme. Deslicé mis dedos por la curva de sus hombros cuando me situé detrás de él y me senté al lado suyo, cruzando las piernas y subiendo coquetamente la falda de mi vestido.

Me echó un vistazo con la perversión brillando en sus ojillos y entonces me incliné más de cerca. Sus ojos subieron de mis piernas hacia mis ojos y mi escote alternativamente. Le sonreí pícara y tomé un poco de mi copa. Lentamente, me acerqué a su oreja y le susurré con la mejor de mis voces:

-¿Qué le apetecería en este momento, Tyler?

Su mano se posó indiscreta sobre mi muslo y me lo agarró levemente con la yema de los dedos.

-Una habitación donde encerrarla por una temporada … Para tenerla solo para mí …

Sonreí y noté como me pegó un pequeño bocado al lóbulo de mi oreja. Nos comenzamos a reír cuando dirigí discretamente la mirada hacía donde Oly se encontraba. Casi se me para el corazón cuando me percaté de la presencia de Al junto a ella. Me lanzó una mirada como si intentara matarme con la misma y enseguida aparte, aunque esos ojos azules intensos tdavía seguían rondándome por la cabeza … Me comencé a marear y tuve que apoyarme en su regazo para no caer.

-¿Te ocurre algo, preciosa?-me tomó una de mis manos entre sus grandes dedos mientras yo intentaba mentalmente no dar vueltas.

-Me gustaría tomar el fresco un rato … Este lugar está demasiado lleno de malas vibraciones …-dije, dándome aire con los ojos cerrados, pues si los abría, volvían las imágenes en movimiento, balanceándose de un lado a otro.

Nos levantamos y me agarró con sus brazos por la cintura. Le miré complacida y me acercó mi abrigo. Desde la lejanía, me despedí de Oly, quien tenía cara de pocos amigos pero enseguida cambió el gesto en cuanto me correspondió el saludo.

Un coche preparado ya nos esperaba fuera y me quedé imprensionada … En comparación con el del pobre Jimmy, éste le daba mil vueltas. Me subí dentro y el bajó un poco la ventanilla de mi lado, para que me entraba un poco de aire fresco de la calle en los pulmones y me espabilara con la brisa acariciándome el rostro.

-Mmmm…-murmuré, mientras aspiraba una buena bocada de aire. Giré la cabeza y le miré con ojos brillantes.

Su rostro de persona dura me miraba embelesado sin llegar a parecer bobo y su mano se posó en mi rostro, tomándolo con una suavidad que creía incapaz en una persona tan tosca y rígida. Nuestros rostros se fueron acercando lentamente, como si un campo magnético rodeara nuestros labios y los atrajase inevitablemente.

Al final, nuestros labios se quedaron sellados y comenzamos el juego de los labios, para después dar paso a la danza de las lenguas entrelazadas … Su mano se deslizó hasta mi muslo de nuevo y me acarició con suavidad.

Nos separamos lentamente, y nos mirámos fijamente a los ojos. Me acarició la línea d los labios, aún húmedos del beso y me apretó más contra él. Le sonreí divertida por su comportamiento.

-¿Qué pasa?¿Qué piensas?-le reté, haciéndome la inocente.
-La idea de secuestrarte no era mala …-dijo, arqueando ambas cejas a la vez.

Solté una risa escandalosa y Keith hizo entrar al chofer dentro.

-¿A dónde quieres ir a pasar la noche?- me dijo, pasando una mano por detrás de mis hombros.

-¿Y quién te ha dicho que vaya a irme contigo?-dije a modo de burla para retarle.

-No te me pongas chulita …-me dijo, sonriéndome y acariciándome la barbilla-Dime un lugar … A penas me conozco bien el lugar.

-Al Gran Bohemian … Es un hotel de lujo donde podremos pasárnosla bien …-le constesté, fijando mi mirada en el jueguecito que empecé con uno de los botones de su camisa a la altura de su vientre.

-Ya ha oído- vociferó al chofer- Y dese prisa … No sé si podré aguantarme las ganas estando aquí tan cerca …-me dijó, completamente excitado e intentando abalanzarse sobre mí …

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