Cotton Club: Ada Swarty

Tras la actuación, corrí mi camerino para cambiarme y salir a conocer al productor de la película que supuestamente vino desde los Ángeles para verme. Aún me temblaban las rodillas de los nervios. Me quité el maquillaje y dieron un toquecito en la puerta. Era Al de nuevo.

-¿Cuánto vas a tardar más o menos?- me dijo, asomando su cabeza entre la puerta.

-Unos veinte minutos.

-Date prisa…-cerró la puerta apresurado.

Para la ocasión, elegí un traje de mangas largas y escotado, negro, para impactar más aún al produtor. Me eché un último vistazo en el espejo y salí con paso firme. Al me esperaba afuera y se me quedó mirando un instante con los ojos abiertos y cara de bobo. Me puse chula y le modelé un rato, haciendo algunas poses de modelo coqueta.



-¿Te gusta?-dije, arqueando las cejas.

-Demasiado …-dijo con un tono extraño en la voz- Ten cuidado con lo que haces …

-¿Ahora te pones protector? ¡Vamos, Al! no me seas tan cínico …-me agarré a su brazo sin dejar de sonreír- Vayámos a divertirnos.

Casi tuve que tirar de él para salir a la sala y reunirnos con Yale, el cuál ya estaba con el productor, un hombre con bigote y tremendamente atractivo, de rasgos aguileños y con un aire familiarmente italiano. Comenzaba a familiarizarme demasiado con ellos … Sus ojos castaños se clavaron en mí al instante.



-Señor Di Stefano, le presento a nuestra artista estrella del local, la señorita Ada Swarty …-dijo Yale con tono ceremonioso. Extendí mi mano y enseguida aquel caballero me la tomó y me besó con suma delicadeza.

-Es un placer …-su penetrante mirada hizo que el corazón comenzara a latir con fuerza, como saliéndome casi del pecho. Un fuego excitante comenzó a recorrer mi cuerpo …

-Lo mismo digo, señor Di Stefano …

Al me dirigió una mirada furiosa y yo le guiñé un ojo burlona. Se creía éste que iba a ser su putilla … Andaba listo … Me senté al lado del productor.

-¿Qué le apetece tomar?-me invitó, caballeroso, Di Stefano.

-Un martini seco, por favor …-hizo la seña al camarero y éste enseguida salió a por el pedido- No me ha dicho su nombre de pila … Perdone si soy un poco atrevida, pero para tratar de negocios, pefiero que haya ese nivel de confianza …

-No se preocupe … Mi nombre es Alessandro … Y siempre con una dama, sobretodo en lo negocios, hay que tratar con confianza … Más si son tan bellas como usted …

-¡Oh! ¡Con esas cosas me va a hacer sonrojar! …-dije coqueta y tomando el trago que había traído ya el camarero. Eché una mirada furtiva hacia donde se encontraba Al, que iba a reventar de celos. Me reí para mis adentros.- Y, ¿de qué negocios pretende tratar?

-Estamos inmersos en una producción, se trata de una tragicomedia, en la que buscamos a una actriz que tenga experiencia en el baile … Su jefe se puso en contacto con nosotros en cuanto se enteró del proyecto y dijo él tenía a una chica que estaba a la altura de las circunstancias …-me dirigió una sonrisa enigmática- Y bueno, pensé que sería buena idea venir hasta aquí y echar un vistazo, aparte que Yale y yo nos conocemos desde hace tiempo … He de añadir, que mereció completamente la pena …-alzó su copa y brindó conmigo.

-Entonces …¿le gustó el espectáculo?

-Fue exquisito … Encaja perfectamente con el papel … Pero para evitar controversias, le pediría un favor …

-Dígame …-eché un vistazo a mi alrededor, observando las caras epectántes de los demás acompañantes.

-Venga la semana que viene a los Ánegeles, le pagaremos el vuelo y la estancia, para hacer una prueba de acceso … Un puro paripé porque tengo bien claro que usted tenrá ese papel, pero ya sabe como es la prensa …-echó un vistazo a la mesa de al lado, donde había un joven tímido, con su gabardina y sombrero puestos, intentando ocultar algo dentro del abrigo- Está por todas partes-concluyó y di un largo trago a su copa, hasta terminarla.

-De acuerdo, entonces …-le estreché la mano y nos dimos un apretón para finalizar el acuerdo.