martes, 27 de enero de 2009

Manhattan Hostel: Ada Swarty

Nos quedamos realmente un rato tumbados, mientras el fumaba un cigarro con cara de ensimismamiento e ido, yo reposaba sobre su pecho, abrazada a él, haciéndolo circulitos alrededor de sus pezones. Suspiré aburrida y me incorporé de lado, apoyado la cabeza sobre un brazo y le miré fijamente a los ojos. Yacíamos medio vestidos sobre la cama, con las sábanas y mantas revueltas.

-¿En que piensas?- le pregunté para llamar su atención, mientras jugaba como una chiquilla con el lóbulo de su oreja.

Me miró con aquellos ojos azulados, echando el humo por la nariz. Pegó otra calada sujetando el cigarro con los dedos índices pulgar e índice y dejó caer el brazo.

-En nada …-echaba el humo mientras pronunciaba aquellas palabras.

-No me mientas, tontuelo, algo te preocupa- me puse encima de él y apoyé mi barbilla en su pecho, con los brazos cruzados debajo del mentón- Sino, no estarías así después de haber echo el amor … De lo poco que te conozco deduzco eso, no eres diferente de otros hombres con los que me he acostado en ese aspecto …

-¿Así que no soy el primero? -dijo esbozando una sonrisa y cogiéndome la nariz- Chica mala …

-No te me vayas del tema y cuéntame.

-Tengo demasiados problemas en la cabeza como para empezar a enumerarte cada uno de ellos … No quería estropear esta esporádica relación aburriéndote con mis preocupaciones.

-No solo soy una mera distracción, también soy humana … Puedes contar conmigo, no me aburrirás, además es más fácil desahogarse con un extraño que con un desconocido … Nos mostramos tal y como somos, no tienes que avergonzarte nada conmigo … No he sido precisamente un modelo de rección …

Se quedó pensando un momento mientras me sonreía mordiéndose los labios. Le gustaba los juegos. Me levanté y me quedé montada encima de él, haciéndole pucheritos. Soltó una carcajada y se lanzó a besarme mientras reía, tomándome por la cintura y apretándome contra él.

-Eres divertida, por eso me gustas …-dijo, colocándome el corto cabello por detrás de la oreja.

-¿Acaso tu mujer no te divierte?- le insinué aposta, sabiendo que le haría el mismo daño que me hizo a mí aquella sorpresa de estar casado.

- Mae es otro asunto … A veces pienso que es más un compromiso que una relación afectuosa … Es largo de explicar …- me dijo en poniéndose un poco nostálgico- La culpa fue mía, era más joven entonces … Al principio solo era un juego entre adolescentes, bueno ella no era tan adolescente, pero yo sí … Varios calentones y un descuido, se podría resumir en eso … Mae es preciosa y buena chica, pero no es precisamente una persona compatible conmigo, nuestros caracteres a veces chocan … No tuve más remedio que casarme con ella por lástima y porque ese bebé era hijo mío, no podía hacer el feo de abandonarla … Había mucha presión por parte de las dos familias … La mía por ser tradicionales y por la suya porque yo era italiano y ellos irlandeses, iban a tomar represalias contra mí por razones raciales sino echaba arena de por medio … Y la verdad, no estaba para añadirme más problemas de los que tenía ya encima.

-Pobre ragazzo …-dije besándole la frente.

-Si … ¿Y tú? ¿Qué me tienes que contar de esos otros?- me dijo, haciéndome cosquillas en los costados.

-Eso es un secreto- dije llevándome el dedo entre su boca y la mía, levantando las cejas de forma pícara.

Me lanzó contra la cama y se puso encima mía para hacerme cosquillas. Yo no para de llorar de la risa, me divertía pero a la vez no aguantaba las cosquillas prolongadas, me podía histérica y llegaban incluso a veces a dolerme.

-¡Para!¡Para!- le supliqué entre risas. -Cuéntamelo, picaruela … O no pararé hasta que te salgan agujetas.

- Esta bien, esta bien …-paró y me pude sentar en la cama, en posición india- Déjame recordar … Mmmm … Si bueno, en mi ciudad natal, más concretamente en mi barrio, nunca me vieron con buenos ojos … Digamos que abusaba demasiado inmoralmente hablando de mi belleza natural … Y los hombres sois débiles a la tentación, así que en determinadas ocasiones, explotaba mi curiosidad acerca de temas íntimos con ciertos adultos de los alrededores … Mi mayor pecado en este mundo ha sido leer demasiado sobre todo en general, que ha despertado mi curiosidad por experimentar aquello que describían en las novelas, a veces de manera muy explícita … Pero no contaba con que aquello, a veces era meterse en la boca del lobo … Y que podría hacerme daño a mi misma … He sufrido mucho por los hombres, pero me prometí a mi misma no volver a hacerlo y solo dedicarme a la diversión experimentación, especialmente de aquello que la sociedad considera poco ético a manos de una mujer … Quiero hacer una especie de revolución sexual de la mujer pero públicamente, no pienso esconderme.

-Así que una chica peligrosa … Ahora que recuerdo … Mi jefe me obliga a ir a la inauguración de un hotel que terminaron hace poco y que parece que su jefe es un pez gordo que se lo quiere acaramelar, establecer relaciones … Podrías ir, dile al tipejo que habrá en la entrada que vas de parte de Frankie Yale y te dejará pasar, va a ser una especie de cóctel, así que ve guapa, aunque creo que eso no te va acarrear demasiado trabajo.

Me besó en los labios y se levantó para volver a abrocharse la camisa, el pantalón y el cinturón. Me levanté para ayudarle a hacerse el nudo de la corbata y le miré fijamente a los ojos.

-Si eres buena chica, puedes dejar incluso de trabajar como bailarina de segunda y encontrar algo mejor, allí habrá muchos peces gordos y creo que el anfitrión es un famoso productor de cine -me dijo sonriendo.

-Eso es lo de menos, si vas tú yo estaré allí … Será divertido encontrar algún sitio donde explotar nuestras fantasías- le dije acariciándole el mentón.

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